- La trata de menores con fines sexuales es una forma de maltrato infantil.
- La ley federal define el tráfico sexual de menores como la captación, acogida, transporte, suministro u obtención de una persona menor de 18 años con fines de un acto sexual comercial. Un acto sexual comercial es un acto sexual por el que se da o se recibe algo de valor.
- En esta situación, el menor es explotado sexualmente a cambio de algo de valor. Los menores víctimas de la trata con fines sexuales son inducidos a mantener relaciones sexuales a cambio de dinero o bienes y servicios, ya sea para sí mismos o para el beneficio de otra persona, como un traficante.
El tráfico sexual es una forma de esclavitud moderna que existe en Estados Unidos y en todo el mundo. Los traficantes sexuales utilizan la violencia, las amenazas, las mentiras, la servidumbre por deudas y otras formas de coacción para obligar a mujeres, hombres y niños a practicar sexo comercial contra su voluntad. Según la legislación federal, cualquier menor de 18 años inducido a mantener relaciones sexuales con fines comerciales es víctima del tráfico sexual, independientemente de que el traficante haya utilizado o no la fuerza, el fraude o la coacción.
Los traficantes sexuales pueden atraer a sus víctimas con la falsa promesa de un trabajo bien pagado. Otros prometen una relación romántica, en la que primero establecen un periodo inicial de falso amor y afecto fingido. Durante este periodo ofrecen regalos, cumplidos e intimidad sexual y física, al tiempo que hacen elaboradas promesas de una vida mejor, dinero rápido y lujos futuros. Sin embargo, el traficante acaba empleando diversas tácticas de control, como el abuso físico y emocional, la agresión sexual, la confiscación de documentos de identidad y dinero, el aislamiento de amigos y familiares e incluso el cambio de nombre de las víctimas.
Ciudadanos estadounidenses, extranjeros, mujeres, hombres, niños y personas LGBTQ pueden ser víctimas del tráfico sexual. Los jóvenes fugados y sin hogar, las víctimas de violencia doméstica, agresión sexual, guerra o conflicto, o discriminación social son con frecuencia objetivo de los traficantes. El tráfico sexual existe en diversos lugares, como falsos negocios de masajes, servicios de acompañantes en línea, burdeles residenciales, en público en las calles de la ciudad y en paradas de camiones, clubes de striptease, hoteles y moteles, y en otros lugares.
En el tráfico sexual callejero, a menudo se espera que las víctimas ganen una cuota nocturna, que oscila entre 500 y 1.000 dólares o más, que es confiscada por el proxeneta. Las mujeres de los burdeles disfrazados de negocios de masajes suelen vivir en el lugar donde se las coacciona para que ofrezcan sexo comercial a entre 6 y 10 hombres al día, 7 días a la semana.
Obtenga más información sobre el tráfico sexual, incluidos detalles específicos de los lugares donde suele producirse, en www.traffickingresourcecenter.org.
