Manipular con cuidado Massachusetts

Identificación de las víctimas

Rara vez ocurre que las víctimas de la trata den un paso al frente y pidan ayuda, identificándose como víctimas de la trata de seres humanos, especialmente los niños. Al comprender las barreras que impiden que las víctimas se identifiquen, los proveedores de servicios y la comunidad pueden satisfacer mejor sus necesidades. Aunque cada persona tiene una experiencia única, a continuación se exponen razones comunes por las que los jóvenes no se autoidentifican.

  • Miedo - El miedo a lo desconocido puede parecer peor que cualquier dificultad que estén experimentando actualmente. Los jóvenes que han interactuado previamente con los servicios de bienestar infantil o las fuerzas del orden pueden haber tenido experiencias negativas que les impidan ver a estos actores como aliados o fuentes de ayuda.
  • Etiquetados como "niñas malas" o "niños malos" - Los jóvenes pueden sentir que ya son etiquetados por los adultos o las figuras de autoridad como niños malos, en lugar de niños que necesitan ayuda. Este concepto se ve reforzado por el hecho de que la sociedad etiquete a las víctimas menores de edad como "desafiantes" o "prostitutas infantiles" y, por tanto, poco propensas a recibir ayuda si la piden.
  • Ser vigiladas - Las víctimas menores de edad no tienen la oportunidad de pedir ayuda si su tratante está presente o vigila su uso de teléfonos móviles e interacciones en línea.
  • Identificar a un traficante como un ser querido - Si un joven percibe a un traficante como un novio o novia, un amigo de confianza, o un padre u otro miembro de la familia, puede ser menos probable que identifique al traficante como un abusador, o que piense que nadie le creería si denunciara al traficante.
  • Vergüenza y autoinculpación: los jóvenes pueden creer que son culpables de esta situación o que hablar de ella es un estigma.
  • No saber en quién confiar - En una situación de abuso, en la que los traficantes y los compradores pueden ser física y sexualmente abusivos a la vez que actúan como compañeros íntimos, puede ser muy difícil para las víctimas identificar a las personas que pueden ayudar.
  • Recursos limitados - Los menores pueden no tener acceso a dinero en efectivo, transporte o incluso su propia identificación o documento.
  • Desesperanza - Los menores explotados sexualmente con fines comerciales pueden experimentar un sentimiento de resignación ante su situación.
  • Desinformación - Los traficantes pueden convencer a los jóvenes de que son la única persona que se preocupa por ellos, de que la víctima no puede confiar en el mundo exterior, de que nadie le ayudará y de que será penalizada por prostituirse si intenta marcharse.